La campana del león

La campana del león

El león Leán
El león Leandrito
El león Leandro

En la selva el león Leán ha aprendido a crecer, aunque de pequeño no tenía mucho pelo y pasaba por mucho frío y cansancio; supo hacerse fuerte a lado de papá león y mamá leona que lo cuidaron cuando venía la lluvia, los truenos y relámpagos que no dejaban dormir.

Tanta fortaleza y alegría, que nunca faltaba, compartía con los otros leoncitos del lugar. Y así fue creciendo su melena, eso significaba que cada vez sentiría menos frío y más calor, entonces se atrevió a salir un poco más allá de su casita, a explorar, a conocer más de la selva.

En una de sus aventuras conoció a la cocodrila Alicia, a Fru Fru la elefanta, Facu el rinoceronte, al mono Bono, Rafa la jirafa, al tigre Tomás, Otto el león, Juanjo el rinoceronte y Rimboso el oso; todos ellos hacían ruido, al parecer el profesor no había llegado a clase, era un desorden total.

Cuando el león Lean entró, todos lo miraron con gran entusiasmo y alegría, Lean había regresado después de un viaje que ya después seguro les contará, pero todos estaban alegres, saltaban de felicidad porque su amigo había regresado.

!Tilín! ¡Tolón!  !Tilín! ¡Tolón!  !Tilín! ¡Tolón!
¡La campanaaaaaaaa! gritó el león Leán muy emocionado
¡Vamos todos a jugar!

Y todos salieron al recreo, listos para reir y pasarla bien.

El Leoncito Leán, con su gran melena ruge con gran alegría y si viajas algún día a la selva, de seguro que lo verás con sus amigos otra vez.


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