La Cocodrila Alicia: Un día de playa con todos los amigos

La Cocodrila Alicia: Un día de playa

“La Coco Alicia se fue, buscando el sol a la playa… con sus amigos también, y su sombrero de rayas, la la la la…”

Así cantaba la cocodrila Alicia, junto a todos sus amigos, mientras bajaban del autobús que les conducía a la playa. Era verano, y ellos acababan de llegar al mar. La cocodrila Alicia no conseguía recordar dónde había escuchado esa famosa canción, pero le parecía perfecta para un día tan bonito.

Sombrilla, toallas y lentes de sol era lo más importante que guardaban en sus mochilas. Pero desde que pisaron la arena ya nada les importó. Todos corrieron hacia la orilla para nadar y refrescarse entre las olas.

Rafa la jirafa, con su tabla hawaiana surfea sobre una ola gigante. Es tan alta que parece un faro de color naranja con manchas negras levantándose sobre la ola.

Rimboso el oso sigue siendo el más torpe de la pandilla. El pobrecito enseguida tropieza y se cae. ¡Mira cómo quedó su nariz llena de arena! Menos mal que no se ha hecho daño porque el suelo de la playa es muy blandito.

Los cangrejos están como locos. No saben a dónde ir para esconderse de tanta gente. Mueven sus patitas naranjas por aquí y por allá, y al final se ocultan entre las rocas.

Fru fru la elefanta ya sabe nadar y se lo está pasando en grande. ¡Mira cómo flota de espaldas sobre las olas, y con su trompa lanza agua a sus amigos que no paran de reir!

Juanjo el rinoceronte se siente un poco triste. Es muy pequeño, y aún no sabe nadar. Por eso está jugando solo en la arena.

Pero ¡oh sorpresa!

La cocodrila Alicia está a su lado. Le ha tomado de la patita, y junto a Rimboso el oso, lo llevan despacito hasta el mar. El pequeño rinoceronte tiene miedo, pero la presencia de sus amigos le ayuda a ser valiente. Ahora ha empezado a caminar. Los tres juntos están sólo a un pasito del agua. Se mojan los pies y poco a poco dejan atrás la orilla.

Juanjo trata de moverse en el agua. Aunque asustado, sus amigos le han dicho lo que tiene que hacer. Debe mover las patas de un modo rápido y seguro. Así no se hundirá.

Ahora ya está todo bien. Juanjo ha aprendido a nadar, aunque una gran ola lo revuelca. Pero le da igual. Se ríe junto a todos sus amigos. Ha perdido el miedo y ha conocido el valor.

La tarde ha llegado y está oscureciendo. Es el momento de encender la fogata. Todos descansan envueltos en sus toallas, y se cuentan cuentos. Hay malvaviscos y dulces, listos para compartir.

¡Qué lindo día de verano! ¡Qué linda noche de estrellas!

“¡Vamos a la playa! ¡Oh oh oh oh oh!… ¡A comer papaya! ¡Oh oh oh oh oh!”

Todos cantan al mismo son.

“Es una nueva canción… ¿Dónde la habré escuchado antes?”– se pregunta la cocodrila Alicia con la boca llena de dulces.

¿Verdad que ustedes también la conocen? ¿Sí?

¡Vamos a cantarla juntos!


Escucha más cuentos en nuestros canal de YouTube: ContarUnCuento