Estábamos en clase, era de mañana en el bosque, mientras esperábamos al profesor Rimboceronte, unos conversaban, otros corrían y saltaban en el salón.
Rubén el topo dibujaba unos bonitos círculos en su cuaderno cuando llegó Lucas el lobo con Raúl el oso. Ambos comenzaron a molestar al tranquilo topo, le quitaron sus lentes, rayaron su cuaderno y se reían de él ¡Qué tristeza y falta de respeto!
Yo que me encontraba al otro lado del aula, alcancé a mirar todo lo que pasaba y me enfurecí, a pesar que mi melena recién crecía y mi rugido era muy bajito aun, me armé de valor y salté de una pata hacia donde estaba mi buen amigo Rubén y me paré delante del lobo y el oso para defender.
– ¡Dejen de molestar! Todos somos amigos y nos debemos de respetar –
Asombrados toda la clase, voltearon a ver qué pasaba, parece que mi grito y rugido fue muy fuerte esta vez.
Lucas y Raúl se miraron un poco aturdidos y notaron mi molestia, Rubén que estaba detrás de mí, también se armó de valor y salió al frente a reclamar.
– Si, todos somos amigos, cada uno por igual –
El sentimiento del valor inundó a toda la clase, el lobo y el oso, con un poco de sorpresa entraron en razón, no debían ser molestosos, con nadie de aquí y allá. Eso debían de aprender y creo que todos del salón les enseñamos cómo debemos vivir cada día en nuestras clases en el bosque.
Hoy, todos llegaron bien, Lucas, Raúl, Rubén y yo ahora somos buenos amigos, todos aprendimos la lección, hemos salido al recreo a saltar y planear las aventuras del fin de semana.
Después de todo, ser valientes en la vida, es lo mejor que nos puede pasar.
– Ha llegado el profe, vamos a estudiar –
Escucha más cuentos en nuestros canal de YouTube: ContarUnCuento
Que hermoso cuento ❤️