La princesa encantada

Hace mucho tiempo existía un reino cerca de la patagonia y casi al lado del mar, allí vivía una princesa encantada que tenía magia y podía crear muchos juegos para que ninguno de sus amigos se sienta aburrido.

Todos jugaban con dragones, volando por el cielo y buscando nubes para esconderse y después bajar a toda velocidad para asustar y saludar a sus papás, quienes les lanzaban agua de los ríos, mientras los dragones asustados escapaban pensando que iban a apagar su fuego que tanto los divertía.

Así pasaron años y llegó el día que los dragones y otros seres mágicos debían volver a su mundo, porque solo vinieron por un tiempo a jugar, fue así que en un amanecer, todos los pequeñitos despertaron y cuando salieron a jugar no encontraron a ninguno de ellos, todos sorprendidos y preocupados decidieron ir a buscarlos, ya que nadie les dijo a dónde fueron.

Buscaron por todos lados y por varios días sin saber nada de ellos, preguntaban y preguntaban pero nadie los había visto. Así, llegaron a la playa donde varias veces habían volado para jugar con el mar y las olas; y decidieron buscar por última vez, los niños buscarían en el extenso valle y las niñas a lo largo de las playas; fue así que se dividieron para seguir buscando a los dragones y los seres mágicos.

Mientras caminaban por la arena buscando grandes huellas que pudiera indicarles por dónde estaban, encontraron a varios delfines cerca de las rocas y les contaron que una madrugada llegaron sirenas a la playa para encontrarse con los dragones y todos ingresaron al mar y se sumergieron hasta el fondo, entre risas contaron que los dragones no querían entrar porque le tenían miedo al agua, así que les amarraron la boca muy fuerte para que el agua no pueda entrar y apagar su fuego que siempre los divertía.

Ellas entendieron que el trabajo de los seres mágicos había terminado en este lugar y que debían volver, a pesar de sentir un poco de tristeza, estaban tranquilas porque sabían que estaban en ese otro reino en el fondo del mar.

De pronto a nuestra princesita se le ocurrió una gran idea, empezó a hacer magia moviendo las manos y con palabras mágicas se convirtió en una sirena y de inmediato se lanzó al mar. Junto al delfín se sumergió para ir en búsqueda de ese reino a donde fueron, no sin antes decirle a sus amigas que volvería trayendo noticias, ellas se quedaron en la playa esperando que volviera la princesa sirenita.

Al cabo de una horas, la princesa sirena volvió feliz, había encontrado a todos y que esta vez estaban invitadas para ir al fondo del mar, pero antes debían volverse sirenas, la princesa hizo otra vez su magia y convirtió a todas en sirenas con una cola larga y aletas de muchos colores, cuando todas estuvieron en el mar, iniciaron su viaje al fondo de las aguas entre estrellas de mar, delfines y peces.

Fue una gran alegría el encuentro en el fondo del mar, todos vivían en una gran burbuja, donde había cielo, tierra, bosques y montañas; allí encontraron a los dragones, hadas, alebrijes, duendes y todos los seres mágicos que se puedan imaginar. Después de jugar bastante, decidieron regresar para no preocupar a sus papás y sus amigos.

Desde entonces, todos van a la playa y cuando quieren ir un rato a visitar a sus otros amigos, la princesa encantada hace magia y los convierte en delfines y sirenas para ir al fondo del mar a visitar a los dragones, hadas y duendes.

Gracias a Alejandra por la idea de cuento.

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