¡Miau Dafi!

Dafi siempre miraba la luna, cuando todos ya se habían dormido, subía al techo de la casa y se ponía a observar ese enorme queso que en el cielo aparecía.

La gata Dafi quería mucho a su amo, lo quiso desde el primer momento que lo vio cuando era muy pequeñita, le encantaba jugar y acurrucarse junto a él las noches del frio invierno.

Era tan curiosa y traviesa que siempre andaba en «patota» con sus amigos del barrio, tres alegres gatos: Espumoso, Rayuela y Gaturro. Muchas aventuras pasaron juntos como esa en que Espumoso quedó atrapado en una chimenea por ser gordo y con muchos pelos.

Una noche en que Dafi se encontraba mirando la luna otra vez, aparecieron sus inseparables amigos y Rayuela preguntó:

-Dafi, si tanto te gusta mirar ese enorme queso, ¿Por qué no vamos para allá?- todos estuvieron de acuerdo pero a Dafi siempre le preocupaba su amo, sabía que se pondría triste si lo dejaba; pero también se sentía muy entusiasmada si emprendía ese viaje con sus amigos.

Una noche de luna, sin darse cuenta Dafi, estaba siendo observada por su amo desde la ventana; la miraba con mucha atención hasta que vio llegar a sus tres amigos gatos que comenzaron a jugar, ronronear y caminar por el borde de las paredes, fue en ese momento donde entendió que Dafi debía de emprender nuevas aventuras a lado de sus amigos.

Al día siguiente antes de ir a dormir, Dafi y su amo se despidieron con un fuerte abrazo y una frase que siempre lo recordarían:
-Miau Dafi- así, su amiga felina partía después de muchos años de haber vivido juntos.

Dafi saltó por la ventana y caminó a encontrarse con sus amigos que ya estaban listos para el largo viaje. Cuando se juntaron empezaron a caminar alegres, saltando y corriendo cuando Dafi volteó hacia atrás y lanzó un gran maullido que su antiguo amo la escuchó, quien salió a ver y encontró otra vez una luna llena en el cielo.

Por eso cada vez que veas una luna resplandeciente recuerda a Dafi, la traviesa gata que hoy de seguro está en ese inmenso queso en el cielo jugando con Espumoso, Rayuela y Gaturro.

Escucha más cuentos en nuestro canal de YouTube: ContarUnCuento