el juguete olvidado

El juguete olvidado

Recuerdo que era el amigo favorito de todas sus aventuras, desde el día hasta la noche, lo acompañaba siempre y también mientras dormía; ¿El lugar favorito?… Si, estaba siempre al lado de su almohada, a veces a lado de su escritorio, otras en el mueble mientras sonaba el tren a pilas que todos miraban asombrados. Ahora, quizá soy un juguete olvidado pero sigo aquí…

Cuando llegaban los demás niños a jugar, me cargaba a la mochila y a caminar, correr, saltar, reír mientras volaba de un lugar a otro, rebotando en el pasto pero siempre a lado de él, que me cuidaba y guardaba en su mochila cuando ya era tiempo de volver a casa.

Un día cambié de nombre, otro día estaba sobre un avión, después vestido de cocinero, de vaquero… si, muy gracioso… un oso vaquero de pantalones largos y sombrero. Fueron los mejores días llenos de juego, risas y diversión.

Ha pasado el tiempo, y ya no jugamos mucho, mi piel de oso ya no es la de antes, tengo algunos parches y cocidos que cuido para que mis algodones no se vuelvan a salir, creo que de tanto jugar…me fui haciendo viejo.

Mi amigo ya no es pequeño, ahora es un gigante. La mochila está guardada y veo muchos cuadernos y un aparato con una pantalla de imágenes que no deja de atender. Los demás gigantes vienen también a ver la pantalla mientras ríen mirando lo que aparece allí.

He estado por mucho tiempo en este rincón del estante, con polvo que a veces debo sacudir, mi amigo ha regresado después de mucho tiempo, con una guitarra y nueva mochila, parece que vino a visitar a sus papás.

Mientras mira todo alrededor me ha mirado fijamente y puesto una enorme sonrisa, es igual a la de ese pequeñín que hace mucho tiempo salía al parque. Después de limpiarme un poco con sus manos, me ha colocado al lado de su pantalla, a lado de su guitarra que a veces lo veo tocar, entre cuadernos y libros, de vez en cuando me mira y sonríe; y otra vez a tocar una canción.

Han pasado muchos años, fui un juguete olvidado, pero hoy de vuelta estoy aquí, un poco remendado, con media oreja, algunos algodoncitos que salen por ahí, pero fuerte y feliz… Salimos otra vez a jugar, esta vez con una nueva amiga chiquitita que cuida mi amigo gigante, espero estar muchos años más para poder tener nuevos amiguitos con quien jugar y reír.


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