Era un temblor suavecito, muy suavecito
Pero Pepe lechuza que dormía al atardecer, despertó y sus ojos gigantes casi se salen… y salió volando
Era suave, muy suave
Pero Fru Fru la elefanta que se bañaba en la alberca, saltó de un brinco porque el agua parecía como las olas de mar, según cuenta ella
Era despacio, muy despacio
Pero Rafa la jirafa que colocaba un foco en la sala, casi cae con todo el techo… se lanzó por la ventana y cayó entre las ramas
Era fuerte, muy fuerte
Pero el Oso Rimboso no soportó más, agarró toda la miel que encontró y salió para afuera corriendo despavorido, siempre comiendo su miel pero asustado
Estaba seguro, muy seguro
Mientras tanto yo, busqué la columna más gruesa del árbol para estar junto a ella, aunque todo se movía, debajo de esa columna estaba seguro y cuando todo terminó, salí tranquilo al patio a juntarme con mis amigos.
Un temblor nos hace valientes, sobre todo si nos cuidamos entre nosotros.
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