Mi niña

Desde que naciste llenaste de luz nuestro hogar, cada bostezo antes de dormir, tan solo un bostezo que ya teníamos que estar detrás de ti, si era sueño, hambre o simplemente un deseo de arrancarnos una sonrisa… mi niña

Ahí desde lejos miraba el que sería más adelante tu pequeño hermanito de cuatro patas, solo miraba y miraba y levantaba una oreja cuando te escuchaba llorar, era un guardián que vigilaba tu cuna desde el piso y de rato en rato husmear para ver si todo estaba bien.

Ese día fue gracioso, toda tu cara pintada, habías descubierto las temperas y con tus dedos dibujabas todo lo que querías hasta las paredes y los pisos, igual los lápices de color se gastaban cada día y claro, siempre dejabas huellas, de personitas, animalitos, princesitas, o tan solo una mancha que podía significar la felicidad que llevas dentro.

Primer día de conocer a la Miss, no lloraste y fuiste directo hacia unas flores de color que estaban al fondo del salón, en ese momento nuestra preocupación se esfumó y nos fuimos felices, con algunas lagrimitas de mamá porque ya eras más grande, caminabas bien y empezabas a conocer a nuevas amigas y amigos, los primeros de una gran amistad.

¿El cole?, otro día especial, con tu mandil y tus colitas, un poco seria pero entusiasmada, lo notamos cada vez que nos acercábamos a la puerta. Un beso en la frente, una foto y mucha ilusión; tu mochilita y tu lonchera para el recreo listos para travesuras y muchos jajajas.

Cómo olvidar tus juegos con muñecas, con los peluches, con la ballenita, con el chimuelo y sobre todo con la que siempre te acompaña, la ovejita, esa que siempre acariciabas sus orejitas, creo que por eso te dormías rápido, así… contando ovejitas.

Hoy que tienes once, dejas esa infancia pero tu alma siempre será de niña… nunca lo olvides, esa que te hace reír, saltar, gritar de alegría. Todavía tienes un mundo por recorrer, conocer y disfrutar, hoy es tu día… y queremos desearte muchos más de felicidad.

¡Feliz día a todas las niñas del mundo mundial!

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