Angelo quería dormir y no lo conseguía
Vino su mamá y le dijo que cuente ovejitas
así cerraría los ojos y soñaría en el instante.
Empezaron a venir las ovejitas en sus pensamientos
Una, dos, tres cuatro, cinco…
y todas saltaban el cerco de la granja
…veinte, ventiuno, ventidos, venti…
Y de pronto sin darse cuenta la ovejita número ventitres
saltó de sus pensamientos y llegó a su cama
¡Qué sorpresa!
La ovejita empezó a caminar al rededor de él
-beeeeeeeee, holaaaa soy Clarita la ovejitaaaaaa beeee-
dijo balando y moviendo las orejas.
-Hola ovejita, gracias por venir a acompañarme en mis sueños–
Clarita la ovejita durmió junto a Angelo dándole calor a su cama con toda la lana que tenía.
parecía una nube blanca, tan suave y esponjosa.
Vino mamá porque escuchó unos ruidos,
cuando vió por la puerta Angelo ya estaba muy dormido
con una sonrisa de felicidad, seguro que en sus sueños
la ovejita y sus amigos corrían con él en toda la granja verde y bonita.
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Se quedo dormido mi hijo,excelente muchas gracias