Quiero ser un Superhéroe

Hola amigos. Me llamo Roberto y soy un Superhéroe. De momento sólo soy un Superhéroe pequeñito, pero muy pronto seré el mejor Superhéroe de todos.

Hoy salvé a mi gato Mirón de caer desde lo alto de un edificio. El edificio era tan alto, que llegaba hasta el cielo. No sé cómo Mirón pudo subir allí arriba. Cuándo escuché sus Miauuuu, Miauuuuu, de gatito asustado, salté hacia las nubes y volé con mi capa azul celeste para llegar hasta mi gatito.

Lo he bajado al suelo, y Mirón ya está a salvo de todo peligro.

Ahora he recibido una llamada urgente. Tengo que hacer un viaje muy largo. Debo llegar a un planeta lejano porque  Juanito el extraterrestre está en problemas. Parece que la puerta de su baño se quedó atascada y él no puede salir.

Después de volar largo rato más allá de las estrellas, al fin he llegado a Marte. Es un planeta muy silencioso y muy rojo.

Lo primero que debo hacer es buscar la casa de Juanito.

Ahí está. Es la casita que tiene una enorme estrella sobre su techo. La estrella brilla y brilla sin parar para iluminar a los que viven dentro, tal y como Juanito me contó.

Mi amigo extraterrestre ya está a salvo. La chaqueta del pijama se había atascado al cerrar la puerta. Juanito me ha prometido tener más cuidado la próxima vez.

-¡Robertitooo!

¡Oh!, ¡Es mamá que me llama!

Me voy de regreso a la tierra. Tengo mucha hambre por hacer tantas cosas de héroe, y seguro que ya es hora de almorzar.

–Roberto hoy te toca colocar los cubiertos y platos en la mesa para almorzar– me dice mi mamá cuándo llego.

Yo sin más ni más, empiezo la tarea. Estiro mi capa de Superhéroe, y me dispongo a salvar a la Reina que necesita mi ayuda para defender su Castillo-Cocina. Hay que luchar contra  cucharas y tenedores-espada que están al acecho. Los dragones de servilleta de papel, vuelan por doquier y quieren llevarse a la Reina.

Al final la he salvado. La mesa ya está dispuesta, con todo listo para el almuerzo. Mamá me mira y se alegra mucho de que todo haya quedado tan bonito y ordenado.

Me da un beso grande, me abraza y me dice:

–Eres un valiente, eres mi Superhéroe.

Yo estoy muy contento. Ser un Superhéroe para mamá es lo mejor que se puede ser.

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