Todos están alborotados y aun no entiendo por qué.
Mi mamá corre de aquí para allá,
papá llama y habla por teléfono sin parar.
Me piden que me vista rápido porque tenemos que salir, salto de un brinco y me voy a vestir.
Salimos volando en el auto que nos lleva a algún lugar y al fin hemos llegado al hospital donde recuerdo que el otro día una inyección me hizo llorar.
-Creo que otra vez iremos al doctor, seré valiente esta vez-
Entramos a un lugar y al abuelo veo descansar, tiene unos tubitos que recorren sus brazos y rodean su nariz, me empiezo a inquietar.
-Abuelo ¿Por qué estás aquí?- le pregunto
-Ven siéntate a mi lado y te contaré- dice el abuelo
-Toca mi corazón– y pone mi mano pequeñita en su pecho.
– Mi corazón estaba un poco cansado y quiso descansar. Ayer vine a ver al doctor para que me pueda ayudar y han colocado a mi corazón un robot que me permite nuevamente correr y saltar-
-¿Un robot de corazón?- exclamo sorprendido
-Sí mi querido nieto, un robot de corazón, aquí lo llaman marcapaso y si pones tu oído en mi pecho podrás escuchar cómo trabaja.
Acerco mi oído al pecho del abuelo y puedo escuchar al robot de corazón…
-Tun, tun, tun- suena muy fuerte
– Abuelo, cuando quieras descansar me prestas tu corazón de robot– y el abuelo me muestra una sonrisa grande como su corazón.
Papá y mamá ríen otra vez, están más tranquilos y junto al abuelo volveremos a casa pronto para escuchar más a su corazón de robot.
Escucha más cuentos en nuestros canal de YouTube: ContarUnCuento
Tun, tun, tun, un cuento que activa mi corazón
Tun, tun, tun, un cuento que activa mi corazón