Rayitas pulgarcito y la doña sebra

Rayitas

El viento ha llevado a Santiago Pulgarcito con su pequeñísimo autito a unas pistas grandes de carreras, es muy curioso porque son carreteras de color blancas y otras negras, una tras otra… unas rayitas.

Mientras maneja ha encontrado a una mosquita policía que le indica que pare porque tiene que pasar Don Saltamonte.

Mas allá escucha un grillo muy bullicioso pero de pronto aparece unos cabellos largos que pasan rápidamente y el grillo salta y se va a otro lado.

Ahora está en la carretera blanca y pasa delante de una arañita que camina junto a su amiga, saluda y las demás se alegran de verlo.

Santiago Pulgarcito a llegado a dos inmensas cuevas, no entra porque le da un poquito de miedo así que decide ir por los costados.

Cuando llega a la cumbre descubre unos inmensos ojos con grandes y largas pestañas que lo miran fíjamente sorprendidos.

Santiago Pulgarcito levanta la manito y saluda, todo este tiempo estaba recorriendo la espalda de Nora la cebra.

-¡Qué largas carreteras blancas y negras tiene Señora cebra!- Dice Santi

-Son las rayitas y colores de mi piel. Puedes quedarte a hacerme compañía- replica Doña Cebra

Desde ese día Santiago Pulgarcito recorre todas las carreteras y de vez en cuando limpia algunas basuritas que encuentra y todas las tardes visita los ojos de Nora la Cebra con quien ha hecho una gran amistad.


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