Estaba Alexandra debajo de su cama, mirando por aquí, mirando por allá
Su linterna de exploradora la prendió y alumbró muchos colores, colores como verdes de dinosaurio, rojos de tacitas de te, rosado de chanchitos y fucsia de muñecas chascosas.
Todo el piso lleno de juguetes pero aun no encontraba lo que buscaba.
Al otro lado estaba, mientras se movía como un trompo, saltaba también… quería que Alexandra lo pudiera encontrar, era su mejor amiga y aunque sabía que pronto ya no estaría con ella no quería perderse de su grandiosa amistad.
«…Mi Petito es mi amigo
¿por donde estará?
Ñami ñami ñami
dormir quiero ya…»
Era la canción que todas las noches cantaba Alexandra para buscar a su Petito antes de dormir, ese chupete, ese chupón, ese Petito que Alexandra encontró cuando su caja de juegos abrió.
Mamá ha llegado, mamá ya lo limpió, El Petito esta a su lado y dulces sueños Alexandra encontró
Hoy ha despertado
Hoy Alexandra ha preguntado
¿Y mi Petito?
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